viernes, 25 de noviembre de 2016

Bórrate de Internet


Bórrate de Internet en unos pocos clics con esta web

Elena Santos

Hace unos días un articulo de The New York Times corrió como la pólvora en redes sociales. En él se aconsejaba, paradójicamente, dejar de usar las redes sociales porque podrían afectar a tu trayectoria profesional, además de tener otras consecuencias negativas.
El caso es que a muchos se nos ha pasado por la cabeza alguna vez la idea de desconectar, de borrar nuestras cuentas de redes sociales, de no vivir tan pendientes de este universo digital. Para los que finalmente den el paso y tomen esa decisión, ahora una web te lo pone un poco más fácil.
La página web en cuestión se llama Deseat.me, y te permite eliminar tu presencia de Internet borrando las cuentas y perfiles de usuario que hayas creado para todo tipo de servicios online en unos pocos clics.
Es muy fácil de usar: sólo tienes que iniciar sesión con tu cuenta de Google, y en pocos segundos obtendrás un listado de cuentas en todo tipo de redes sociales y servicios online. Cada una de ellas tiene varios enlaces a su lado, que puedes usar para borrarte del servicio correspondiente, o para marcarlo como que lo quieres conservar. La eliminación de las cuentas en sí no se hace directamente en Deseat.me, sino en la propia web de cada servicio.

De hecho, la web es útil no sólo para eliminar perfiles de usuario rápidamente, sino también para dar un repaso a todas esas cuentas que no recuerdas haber creado y que no has vuelto a usar nunca más desde el día que la diste de alta.
Deseat.me recuerda a otros servicios de "limpieza automatizada"similares que te ayudan a librarte de los peores elementos de Internet, como la publicidad o el spam. Un ejemplo de éstos es Unroll.me, una herramienta para desuscribirse masivamente de newsletters que ya no te interesan.
En cualquier caso, se trata de una utilidad interesante para repasar todas las cuentas de usuario que has creado, y cerrar definitivamente aquellas que no te interese mantener.

Protege aplicaciones con tu cara



Cómo proteger el acceso a las aplicaciones del móvil con tu propia cara

SOFT ZONE

SÁBADO, 19 DE NOVIEMBRE DE 2016 12:15 GMT


Casi todo el mundo guarda información importante en sus teléfonos móviles, y es que hoy en día, es el dispositivo desde el que más tiempo pasamos conectados a Internet, para consultar el correo, redes sociales, compartir archivos o hacer uso de determinadas aplicaciones. Esto ha provocado que hayan evolucionado rápidamente los distintos sistemas de bloqueo de nuestros móviles, desde el famoso PIN o los patrones de bloqueo, hemos pasado a los sensores de huellas o escáner de iris.
Lo cierto es que los sistemas biométricos ya se incluyen en la mayoría de smartphones de gama alta, sin embargo, todavía hay muchos modelos en el mercado que no cuentan con ellos. Por lo tanto, en la gran mayoría todavía se usa el PIN o patrón para el bloqueo del móvil. Para aumentar su privacidad, muchos usuarios ya hacen uso de otras aplicaciones que permiten bloquear el uso de aquellas aplicaciones que dan acceso a cierta información personal o confidencial.
Aplicaciones que hacen que para abrir alguna aplicación, se nos solicite otro PIN o patrón, distinto al del desbloqueo del terminal. Sin embargo, un PIN o patrón puede ser fácilmente copiado por alguna de las personas que se encuentren a nuestro alrededor, ya que las pulsaciones o el movimiento del dedo por la pantalla pueden dar pistas de cuál es nuestro código de acceso y poner en riesgo nuestros datos, ya que podrían desbloquearlo si en algún momento cae nuestro dispositivo en sus manos.
Algunas de estas aplicaciones pueden usar el propio sensor de huellas, por lo que el desbloqueo es bastante más difícil, pero si no contamos con un móvil que disponga de algún sensor biométrico más seguro, os aconsejamos que echéis un vistazo a la aplicación que os vamos a mostrar a continuación. Hablamos de IOBit AppLock, una aplicación disponible para dispositivos Android, que se puede descargar de forma gratuita desde Google Play y que ofrece la posibilidad de bloquear el acceso a nuestras aplicaciones, además de con el famoso PIN patrón, con nuestra propia cara.
Y es que IOBit AppLock cuenta con un sistema de reconocimiento fácil para que usemos nuestra cara cómo código de acceso a las aplicaciones que queramos proteger. De esta forma, cualquiera que trate de acceder a alguna aplicación de nuestro móvil no podrá hacerlo al no reconocer nuestra cara. Además de esta curiosa función, la aplicación cuenta con otras características para aumentar la privacidad y seguridad a la hora de proteger nuestra información en el móvil.
Permite bloquear el acceso a nuestras notificaciones, demorar la opción de bloqueo durante cierto tiempo o incluso poner una llamada entrante o imagen como bloqueo falso, determinando varias zonas para cubrir las aplicaciones que queremos proteger sin que nadie lo sepa. También cuenta con un sistema que en el caso de que alguien trate de desbloquear de manera incorrecta tres veces el móvil, la propia aplicación tomará una foto del intruso en secreto que será enviada a nuestro correo electrónico. Puedes descargar IOBit AppLock desde este mismo enlace a google play.

¿Sabemos cuánto ocupa todo el contenido que hay en Internet en este momento?

¿Sabemos cuánto ocupa todo el contenido que hay en Internet en este momento?

Internet parece un pozo sin fondo. En este último segundo se han escrito 7.000 tweets, subido 750 fotos a Instagram, publicado 1.200 post en Tumblr, realizado 2.300 llamadas por Skype, 60.000 búsquedas de Google, visto 136.000 vídeos, se han enviado dos millones y medio de emails —de los que un 67% son spam— y han nacido 4 bebés, que no entran dentro de los casi 40.000 GB de tráfico.
Sí, en un segundo. El día de ayer, sólo en Google, se resolvió con 5.000 millones de búsquedas.
Este es nuestro Internet y así lo queremos. Datos, datos y más datos. Pero, ¿podemos medir el cómputo total de Internet? ¿Cuánto pesa en términos digitales? ¿Y en magnitudes físicas? Vamos a tratar de averiguarlo.

El “Internet” al que accedemos desde la web es sólo una pequeña porción

No es imposible, pero sí muy difícil cuantificar cuánto ocupa todo Internet. Porque antes de nada hay que observar nuestras conexiones en un sentido global.
Imagina que el Internet al que accedes desde tu smartphone, tu tablet o tu portátil es el Aeropuerto de Barajas. Está bien comunicado, puedes llegar en taxi, aunque si eres novato seguramente te lleves algún susto. Ahora imagina todos esos caminitos que hacen las hormigas en el subsuelo, en las corrientes de agua subterráneas o en las autopistas aéreas que atraviesan las nubes.
Nosotros vemos el aeropuerto porque estamos entrando y saliendo por sus puertas, bien señalizadas, pero hay mucho más. Y no, no nos referimos a la vieja Deep Web. La Deep Web es otra forma de acceso a otra forma de Internet.
La llamada “web profunda” es sólo una pequeña fracción de lo que se puede ver (o acceder) con un navegador. Además, lo que un navegador puede acceder es sólo una fracción de todo lo que está pasando en Internet. Y según las estimaciones de Tor, no existen más de 30.000 accesos ocultos. El 0.03% de la web normal. Es decir: si nos atenemos sólo a lo que podemos ver desde este navegador, Facebook es más grande que toda la Dark Web.

De puertos y protocolos


Para cada pregunta hay una respuesta. Y existe una gran familia de protocolos de Internet; los ordenadores no se comunican de una única y exclusiva forma, sino que acceden a diferentes puertos. Cada puerto es un idioma que le dice el protocolo de transporte que tendrán que utilizar el ordenador y el servidor.

Por supuesto, en Internet existen muchos tipos de protocolos. Algunos nunca los llegaremos a conocer porque ni siquiera están inscritos en el Internet al que nos dan servicio. Otro matiz: no existe red impenetrable. En toda tubería, para cada entrada hay una salida, aunque sea la vía misma desde la que se ha entrado.
Siguiendo con la analogía anterior, la Deep Web es sólo una red de metro: no está vista a plena luz, pero sus bocas de acceso están abiertas, aunque encriptadas. Que la mayoría de páginas alojadas dentro pidan nombre de usuario y contraseña, o sólo funcionen con redes privadas VPN no significa que no existan. Están ahí, y ocupan espacio. Es más: se les otorga muy poco valor, no reciben mantenimiento. Los dueños prefieren guardar backups físicos. Es como el juego del Guacamole: cuando tumban una se crean clones en segundos.

El mundo según los países que más dominios tienen adquiridos. Fuente: Nominet.

¿Cuántas webs existen en Internet?

Según Internet Live Stats, en la actualidad hay 1.100 millones de webs operativas. No olvidemos que estamos hablando de “sitio web”, de un host concreto.
Pero estos datos tampoco nos sirven. Porque las páginas webs son como las estrellas: cada día nacen y mueren cientos, pero no desaparecen. Queda ese polvo estelar, un remanente de fondo que también ocupa espacio. Tendríamos que remitirnos entonces a una indexación mayor.
Según World Wide Web Size, a fecha de hoy estamos cerca de las 5.000 millones de webs indexadas. Google indexa una parte muy pequeña. En 2010, de una estimación de 5 millones de Terabytes, Google sólo había indexado un 0,004%. Yahoo indexa una cantidad aún menor. Y Bing aún menos. El resultado presentará siempre dudas sobre la confiabilidad de estas estimaciones por un error de fondo: los estudios webométricos son sesgados y puntuales, como ya señalaba este ensayo.
Hemos pasado, según la International Communication Union, de 3.200 millones de usuarios en Internet en 2005, a 3.500 en 2016. Cada día Internet dispone de más redes y recibe más información. Dar una cifra exacta sería tan caduco como acertar en esa cantidad de tweets por segundo citados más arriba: la unidad total es variable, nunca firme.
Los datos que generábamos en 2012 respecto a 2015. Cada foto cuenta. Fuente: Siliconangle.

Entonces, ¿cuánto pesa Internet?

Pero sí podemos hablar en términos relativos. Podemos determinar, grosso modo, el tráfico que generamos diariamente. Si tomamos como referente los datos de CISCO —una estimación parcial, insistimos— este 2016 hemos llegado al zettabyte (nada menos que 10 elevado a 9 Terabytes). De hecho, aún no ha acabado el año y ya lo hemos alcanzado. Si dividimos en los 365 días del año nos encontraremos con una cifra mágica: 1.018 bytes.
Pero antes de seguir ahondemos en eso del zettabyte. El Zettabyte es la penúltima orden de magnitud de datos creada por el hombre, adoptada formalmente en 1991. Por aquel entonces ni siquiera existía la que conocemos como World Wide Web. La primera página web, usando el célebre protocolo HTTP, sería publicada por el físico británico Tim Berners-Lee el 6 de agosto de 1991; la WWW nacería el 30 de abril de 1993.
Un Zettabyte son 1.099.511.627.776 gigas. ¿Cómo hemos llegado a estas cifras tan demenciales? En 2015, Estados Unidos movía un tráfico de 45,7 Exabytes mensuales. China, unos 21,9 Exabytes. Este 2016, China se ha impuesto alcanzando los 54 Exabytes mensuales. Estados Unidos se queda en unos 50. Tráfico que hace fluctuar mareas de ceros y unos.

¿Y cuánto pesa todo eso en términos físicos?

Hace casi diez años se determinó el peso total de Internet en 40 Petabyte, o lo que vendrían a ser 40.000 teras. Estos datos fueron recogidos por The Guardian y sirvieron para conocer un valor mucho más atractivo: la masa real de todo eso.
Usando el método Russell Seitz, éste calculó primero el peso en electrones de todos esos petabytes de información almacenada. Y luego hizo un cálculo de poder medirlos en una báscula. Esa gran masa de datos resultaría en 60 gramos. El equivalente, más o menos, a la masa de una fresa madura. ¿Y si hacemos este cálculo hoy? Como decíamos, ya no tenemos 40 Petabytes, sino un millón (1 Zettabyte). O, lo que es lo mismo: 1.500.000 gramos. Tonelada y media de datos.
Pero esto es sólo una aproximación teórica. Porque, como el propio artículo indicaba, esas cifras dependen del tipo de codificación y la densidad de la misma.

Navega a la velocidad de la luz

Cada vez es más difícil procesar la propia información que generamos. El Internet de las cosas ha expandido en todas direcciones esa acumulación de datos. Y no digamos las tecnologías digitales: videojuegos, música, libros, servicios de streaming. Todo se ha codificado en bits; todo tiene un tamaño específico en este nuevo mundo.
Y para sobrevivir a semejante tifón de bits necesitamos un equipo que nos ayude a gestionar con agilidad la información. La nueva ASUS ZenPad 3S 10 es una tableta de alto rendimiento ideal para entrar y salir de Internet en cualquier parte y la máxima velocidad.
Con procesador hexa-core superrápido, 4 GB de RAM y gráficos IMG GX6250, la ASUS ZenPad 3S 10 se comporta como un trimarán frente a barquitos pesqueros. Uno de sus fuertes está en la batería: 5.900 mAh que corresponden a cinco horas de uso intensivo. Pero además, gracias a la tecnología Qualcomm Quick Charge 3.0.

Qualcomm realizan incrementos 200mV desde los 3.6V a los 20V, de manera que el chipset puede reducir el voltaje y reducir así la potencia consumida en carga. Gracias a este algoritmo, el dispositivo puede cargarse hasta cuatro veces más rápido. Sumado a los escasos 430 gramos de peso y 5,8 mm de grosor, la ASUS ZenPad 3S 10 se convierte en un aliado capital frente a la voracidad de un Internet cada vez más exigente.
Hace un par de años nació The OPTE Project, una web creada para cartografiar Internet, para crear el mapa de conexiones globales. Esta vasta constelación, multiforme, y con varias capas de profundidad, nos arrojó una perspectiva interesante: Internet es un enorme cerebro interconectado. Sí, a través de servidores redundantes, pero con un núcleo centralizado en manos de sólo unas pocas personas.

 



Situación y ventajas de la domótica




Situación actual y ventajas de la domótica


ACTUALIDAD GADGET
LUNES, 21 DE NOVIEMBRE DE 2016 20:35 GMT


En este artículo, vamos a tratar de esbozar la situación actual de un sector tan emergente e interesante como el de la domótica. Y en primer lugar, sería conveniente tratar de definir qué es la domótica.
¿Qué es la domótica?
En resumen, se podría definir como un sistema capaz de gestionar y controlar cualquier instalación de un edificio (desde dentro y fuera del mismo) como la climatización, iluminación, motores, seguridad, audiovisuales, etc.
El aspecto clave de su definición está en la integración, es decir, un sistema de calefacción que puede ser controlado desde internet, no es un sistema domótico, ya que no sería capaz de controlar el resto de las instalaciones. Este es un aspecto muy importante ya que muchas veces se confunde al cliente con el adjetivo “domótico” a equipos que realmente no lo son.
Ventajas que ofrece la domótica


Las ventajas que ofrece un sistema domótico son muy extensas, y resulta más evidente si se diferencia entre el sector doméstico y el terciario. Lógicamente, las razones y ventajas de incluir domótica varían según sea el tipo y uso de edificio.
Domótica en la vivienda
En el caso de una vivienda, una instalación está generalmente ligada al confort y la comodidad, aunque también intervienen aspectos como la seguridad y el ahorro energético. Para ello, sirvan estos ejemplos:

- Escenas
Una escena consiste en el control de varias instalaciones mediante una sola orden. Por ejemplo, mediante una orden a través de una aplicación, sería posible encender la TV con nuestro canal favorito, encender las luces al 30% de intensidad, bajar las persianas y fijar la temperatura de esa estancia a 21º.
La sensación de realizar ambientes o escenas con la iluminación en una habitación es, a la par que cómodo, realmente espectacular, ya que el cliente no tiene que recorrer la estancia para conseguir el ambiente adecuado.
- Climatización

Es posible controlar tanto el AC como la calefacción desde un único dispositivo centralizado, consultando las diferentes temperaturas y gestionando de manera más eficiente las mismas.


- Persianas
Por ejemplo, es realmente útil y práctico realizar una bajada general de las persianas al salir de la vivienda. También es muy habitual la edición de programaciones horarias para que se bajen o suban a cierta hora. Con esto se consigue también ahorrar energía durante las horas en las que el sol incide de manera directa en las ventanas.
Integración de instalaciones
Tener “todas las instalaciones en una” genera un gran confort para el usuario, que dispone en la palma de su mano del control del riego, videoportería, piscina, puertas, etc.
Interfaces de usuario 



Este es uno de los aspectos clave, ya que es lo que ofrece realmente la sensación de control y comodidad. Mediante pantallas táctiles, mecanismos especiales o aplicaciones móviles es posible realizar un control integral de la instalación, incluso el control de todos los audiovisuales, gestionando múltiples plataformas de contenidos existentes en el mercado.
Seguridad
Finalmente, la seguridad en la vivienda cobra mucho más enteros, ya que aseguramos por ejemplo el corte de suministro de agua y/o gas en caso de fuga, la detección de incendios, etc.
Domótica en sector Terciario
Entendemos como sector terciario edificios para hoteles, oficinas, museos, gubernamentales, factorías, etc.
En este tipo de edificios, la inclusión de la domótica está fundamentalmente ligada a la reducción de costes a través del ahorro energético y el mantenimiento de las instalaciones. Estos son algunos ejemplos:
  • A través de la iluminación: en muchos edificios, ya no hay interruptores, ya que el porcentaje de intensidad de las luces varía automáticamente en función del aporte del exterior.
  • A través de las persianas y estores: en este caso, se genera una segunda “capa” de la fachada, capaz de frenar o aprovechar la radiación solar través de un funcionamiento automático.
  • A través de la climatización: con aspectos como el apagado automático de la climatización en el momento que una ventana quede abierta más de 3 minutos o no se detecten personas en ciertas estancias.
  • A través de un software central: en este caso, el personal de mantenimiento podrá comprobar el estado de cada una de las instalaciones, así como activarlas sin necesidad de estar moviéndose por el edificio.
Tipos de sistemas domóticos



Existen multitud de fabricantes y sistemas de diversas gamas y categorías, las cuales se diferencian principalmente por su tecnología de comunicación. Esta parte es algo técnica, pero trataremos de esbozar brevemente las diferencias clave entre los tipos de sistemas existentes.


- Cableados vs inalámbricos
Una diferenciación clave reside en si los elementos del sistema se comunican de manera cableada o inalámbrica. A día de hoy, los sistemas cableados son los más robustos y los que más soluciones proporcionan al usuario final.
Los sistemas inalámbricos (principalmente Zigbee, radiofrecuencia, Wifi y Zwave) son menos fiables que los cableados, pero también la mejor solución en proyectos de pequeña envergadura donde no sea factible realizar obras.
- Sistemas estándar vs propietarios

Otra distinción importante es entre los sistemas con tecnología estándar o propietaria. Un sistema estándar utiliza un protocolo de comunicaciones, y son muchos los fabricantes que desarrollan productos capaces de entenderse entre sí dentro de la misma instalación. Este es el caso del estándar KNX (el más utilizado en Europa), LonWorks (americano) o X10 (que utiliza las propias corrientes portadoras de la red eléctrica aunque es poco utilizado es España).

Respecto a los sistemas propietarios, cada fabricante utiliza su propio protocolo de comunicación, con lo cual, y cada vez van mutando más hacia modelos estandarizados.
En este punto, es interesante destacar también soluciones recientes de otro tipo de empresas de servicios, como es el caso de Apple con su HomeKit o Google Home.
Este tipo de soluciones, de momento más estratégicas para este tipo de compañías, ofrecen pequeñas prestaciones orientadas al hogar, basándose en la comunicación wifi para comunicarse con ciertos productos capaces de ser controlados por una app. Pero de momento, no puede considerarse que puedan dar respuesta a las necesidades que requiere una instalación de domótica que integre todas sus instalaciones.
¿Qué conlleva una instalación de domótica?

Lógicamente, para responder esta cuestión, primero deberíamos volver al punto anterior para que, en función del sistema escogido, se plantee la instalación de una u otra manera.
En el caso de los sistemas cableados, éstos necesitan de una infraestructura de canalización y cableado a medida, lo cual tiene la como desventaja la necesidad de realizar rozas y trabajos eléctricos añadidos. Pero por ende, también ofrecen muchas más fiabilidad.
En el caso de los sistemas inalámbricos, no serán necesarios estos trabajos adicionales tan molestos, pero será crucial obtener una cobertura total y muy bien diseñada para minimizar su falta de robustez.
Coste
El coste de una instalación varía ostensiblemente en función de las características y equipamiento del edificio en cuestión, por lo que es muy difícil dar una cifra orientativa.
En algún estudio, se ha llegado a la conclusión de que la media del coste de la instalación de un sistema domótico es un 3% del coste del propio edificio.
Ejemplos

Estos son algunos casos de éxito en los que se ha incorporado un sistema domótico.
El primero de ellos, se trata de una promoción de viviendas con domótica en Madrid, la cual incorpora un completo sistema de control integral. El sistema implementado fue mediante el estándar KNX, y se controlan todas las instalaciones de la vivienda: iluminación, climatización, persianas, estores, seguridad, videoportería, y audiovisuales.
Otro ejemplo pero en este caso enfocado al sector terciario sería el nuevo edificio del BBVA, denominado “La Vela”. Este gran centro de oficinas integra el control de la iluminación y los estores exteriores, con el objetivo de propiciar un gran ahorro energético. Esta instalación tienen en cuenta los factores climatológicos para que las luces y estores queden automatizados.

Estos son los ejes principales de un sector tan amplio como el de la domótica, con muchas soluciones y tendencias. Probablemente en unos años veremos avances y mejoras, así que estaremos atentos para poder contarlas.