¿La tasa a internet es ir
en la mala dirección?
GAME ITGAME IT
Aunque el conflicto ha surgido en Hungría donde el gobierno
de turno, con mayoría absoluta, está dispuesto a aprobar en los próximos días
la controvertida tasa a internet, al margen del clamor ciudadano que se ha
desatado en miles de protestas a lo largo y ancho del país; la comisaria
europea ligada a temas de nuevas tecnologías, Neelie Kroes, en representación
de toda la Comisión Europea, ha lanzado un llamamiento a los líderes húngaros
indicándoles que gravar internet con un impuesto de 0,5€ por cada Gigabyte
descargado, no es sólo ir en la mala dirección, sino que sumará todavía más en
el analfabetismo digital a una parte de los ciudadanos europeos. Una nota que
por supuesto no debe pasar ajena a ninguno de los países miembros dado que la
tendencia es converger en un oligopolio donde tan solo unas pocas compañías se
reparten el pastel, como por ejemplo va a pasar próximamente en España, al
desaparecer Ono y Jazztel del mapa y al estar las cableras Euskatel y R en el
punto de mira en estos momentos.
Y es que la pretensión y la presión que las compañías de
telecomunicaciones ejercen sobre los gobiernos con respecto a suprimir la
tarifa plana, no ha pasado en los últimos años inadvertida. De esta manera, es
muy usual intentar inculcar a la ciudadanía el concepto de: “¿por qué tengo que
pagar yo lo mismo que otro si gasto menos?”, una falacia que se refleja
sistemáticamente en la encuesta de la AIMC (Asociación de Investigación de
Medios de Comunicación), de la que por cierto, podéis participar en este enlace.
De hecho, en España hemos asumido la inexistencia de la
tarifa plana en telefonía móvil con una parsimonia que ha dejado perplejos a
los comisarios europeos, cuando ya de por sí, la tarifa plana en internet
doméstico, tiene un coste muy superior al de nuestros vecinos europeos y a una
velocidad sensiblemente más baja.
Neelie Kroes, Comisaria Europea ligada al campo de las
nuevas tecnologías.
Viktor Orban, político húngaro líder del partido Fidesz
Parece mentira que en general, a esos políticos que tanto
les gusta hablar de competitividad, no se percaten de lo importante que es hoy
en día internet para el propio comercio, y de qué forma levanta la demanda
interna de todo un país, algo crucial especialmente en un contexto de crisis
donde únicamente aquellas empresas que son capaces de reducir costes sin
comprometer la calidad, son capaces de salir adelante. Es más, en general los
políticos ven a internet como una forma de hacer pensar a la ciudadanía, y por
tanto ante sus reiterados desfalcos, desean subyugar la libre información con
el objetivo de que nada cambie. Sin embargo, obvian algo crucial, y es que
colocar barreras (y encima económicas como es la que conlleva la supresión de
la tarifa plana), puede que a muy corto plazo logre sufragar en parte los
derroches de muchos sistemas políticos ineficaces (al margen claro está, del
favor que hacen a los empresarios de las empresas de telecomunicaciones), pero
a la larga generarán un problema todavía mayor: la incapacidad de adaptación (y
por tanto de competir) de dicho país en un sistema de comercio cada vez más
globalizado y tecnificado, lastrando a esos ciudadanos que gobiernan hacia la
más absoluta de las miserias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario