Tecnologías que cambiaron el
mundo: El reproductor de música portátil
Para la
mayoría de nosotros es imposible concebir un mundo en el que no podamos llevar
siempre con nosotros nuestra música favorita.
Aunque en la actualidad pensamos poco en los reproductores de música
portátiles, son de los precursores más importantes de nuestros imprescindibles
smartphones, y se trata de una tecnología que ha evolucionado tan bien que
prácticamente no la notamos.
El mundo es un lugar mucho mejor gracias a
la música. La música es ese milagro que puede convertir una aburrida caminata
de vuelta a casa en una tarde calurosa en un memorable momento épico lleno de
recuerdos, siempre que esté sonando de fondo la canción correcta.
En la actualidad la música es una de esas
cosas que se han vuelto totalmente imprescindibles en nuestras vidas. Sin mayor
problema podemos elegir qué escuchar y cuándo hacerlo. Pero las cosas no
siempre fueron así, hubo un mundo, hace menos de medio siglo, en el que llevar
la música contigo era mucho más complicado, y hacía falta tener un automóvil, o
como poco, una radio a baterías.
Por
suerte las cosas han cambiado radicalmente gracias a una pequeña gran invención
del siglo pasado, el reproductor de música portátil, un dispositivo
que cabía en el bolsillo. Desde entonces ahora podemos llevar nuestra música
con nosotros, y en la mayoría de los casos no hace falta molestar a quienes nos
rodean con nuestros gustos personales.
El Walkman de Sony
El
primer reproductor de música portátil fue el Walkman de Sony. La historia tras la
creación de este icónico gadget que para siempre cambiaría el modo en que las
masas escuchan música no es del todo clara. El hecho es que durante años en
Sony aseguraron que uno de sus fundadores había tenido la idea que gestó el
Walkman, pero desde 2005 la historia ha cambiado, cuando la firma asiática tuvo
que reconocer a Andreas Pavel como
legitimo creador del Walkman.
Según
el propio Pavel, sus primeros diseños funcionales se remontan a 1972, luego de
lo que estuvo intentando encontrar el apoyo de empresas europeas para
comercializar el producto. Lamentablemente Pavel no tuvo demasiado
éxito en su cruzada. Curiosamente, a finales de esa década en Sony tuvieron
listo un producto extraordinariamente parecido a los diseños de Pavel, al que
bautizaron Walkman.
Para
empeorar las cosas, dentro de la mismísima Sony no había demasiado consenso
respecto al autor original del Walkman. Por un lado estaba Masaru Ibuka afirmando que creó el
Walkman por sus grandes deseos de llevar su música a todos lados sin perturbar
a nadie, y del otro lado tenemos a Akio Morita afirmando que fue él quien
adaptó un grabador de cintas de casetes quitándole todo lo innecesario y reduciéndolo
a la mínima expresión para satisfacer las necesidades de Ibuka.
Llegados
a este punto es fácil intuir que algo no olía bien dentro de Sony,
por lo que al final tuvieron que reconocer la autoría de Pavel y pagarle años
de derechos de autor.
Pero más allá de la autoría del Walkman,
lo que se le debe destacar a Sony es su exitosa comercialización. Aunque
arrancó siendo un gadget demasiado costoso como para que la mayoría pudiera
permitírselo, en poco tiempo el Walkman de Sony se volvió tremendamente popular,
los precios bajaron, las características mejoraron, y durante los años 80 y 90
difícilmente existía alguien que no conociera el reproductor de música más
popular de todos los tiempos hasta aquél momento.
La era digital y el iPod
"Sony intentó adaptarse a los nuevos
tiempos con el Discman, un dispositivo basado en discos compactos."
Con la llegada de la era digital los días
del Walkman comenzaron a estar contados. Aunque los reproductores de casete
habían sido bastante diligentes, las mejoras en calidad y tiempo de
reproducción en los nuevos soportes terminarían por ser clavos en la tumba del
Walkman.
Sony
intentó adaptarse a los nuevos tiempos con el Discman, un dispositivo basado en
discos compactos. Lamentablemente el Discman demostraría ser menos
versátil, más grande, y en general los discos compactos no fueron tan
buenos en los reproductores portátiles como en el resto de dispositivos.
Por suerte para nosotros las memorias
flash se estaban haciendo gradualmente más populares y estaban demostrando sus
beneficios. Fue así como nacieron los reproductores de MP3, que en general
tardaron mucho menos en llenar el vacío dejado por el Walkman y que el Discman
no pudo llenar tan bien.
Dentro
de los propios reproductores portátiles hubo uno muy especial, uno que cambió
radicalmente las cosas y que propulsó no solo la popularidad de estos gadgets,
sino también de una empresa que estaba al borde del abismo. Hablamos del iPod de Apple.
Como con muchos otros productos de Apple,
el iPod no fue el primero de su tipo, pero sí fue uno de los que hacían mejor
lo que podía hacer. Con mayor autonomía y capacidad de almacenamiento que la
mayoría de sus competidores, cumplía en lo que el usuario promedio de verdad
necesitaba, por lo que no importaba que la calidad de sonido no fuera la mejor
del mercado (aunque sí bastante decente), el iPod era la receta perfecta para
el éxito.
Y fue
justo el iPod el producto que sacaría de las garras de la muerte a Apple. Lo
demás es historia, el iPod evolucionó al iPhone, el iPhonerevolucionó para siempre la industria de la telefonía
móvil, y esa es la historia como el reproductor de música portátil no solo
cambio para siempre el modo en que escuchamos música, sino que además cambió el
modo en que nos comunicamos y la industria de la tecnología de consumo.
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