LA ROBÓTICA MÁS DIVERTIDA
Patxi Arostegi. Innobasque
organiza el 14 de diciembre una nueva edición de la First Lego League, en la
que competirán 300 escolares vascos en la búsqueda de soluciones innovadoras
ante los desastres naturales.
En 1989 Dean Kamen, inventor y
emprendedor, creó For Inspiration and Recognition of Science and Technology
(FIRST), una fundación sin ánimo de lucro con la misión de despertar en a los
jóvenes el interés por la ciencia y la tecnología a través de programas innovadores.
Una década después, la asociación unió sus fuerzas a las de la empresa Lego y
el Instituto de Tecnología de
Massachusetts (MIT) para fabricar el robot educativo Mindstorm. Fruto de este
esfuerzo, fue la First Lego League (FLL), un torneo escolar mundial para
despertar las vocaciones científico-tecnológicas.
Los escolares vascos se presentan
este año por quinta vez a este torneo, donde competirán con 200.000 chicos
pertenecientes a 20.000 equipos en 60 países. Son alumnos de entre 10 y 16 años
que fuera del horario de clases deben diseñar un proyecto científico y otro de
investigación. Serán 300 colegiales de Euskadi los que, repartidos en 30
equipos, participen en el campeonato regional de la FLL el 14 de diciembre en
la sede de Euskaltel, en el Parque Tecnológico de Bizkaia. <<Es una
divertida competición robótica que tiene la ciencia y la tecnología de
trasfondo, pero que añade un formato deportivo muy similar al de la competición
futbolística>>, explica Estibaliz León, responsable del torneo en Innobasque,
asociación encargada de la organización en el País Vasco.
Cada año, la organización plantea
un reto diferente. Si en 2010 el tema central fue el envejecimiento, este año
le toca el turno a la furia de la naturaleza. Los participantes tendrán que dar
con soluciones innovadoras basadas en la ciencia y tecnología para reconstruir
una zona devastada o prevenir desastres naturales. Junto a esta misión, deberán
diseñar un robot con las piezas del “kit” Lego Mindstorm-que incluye un pequeño
computador, ruedas, sensores y engranajes-y programarlo para que desarrolle de
manera autónoma sus misiones. <<El tercer eje de la competición reside en
los valores que deben seguir antes de llegar a las soluciones; es decir, tan
importante es lo que hacen como la forma de hacerlos. Hacemos hincapié en
fomentar que pongan en práctica valores solidarios a la hora de buscar sus
soluciones innovadoras.
Teoría y realidad
En la práctica, el torneo se desarrolla
en varias fases. La primera tiene que ver con las identificaciones de una
comunidad que puede correr el riesgo de sufrir un desastre natural. Para esto,
la organización ha acotado en nueve posibles catástrofes que pueden afectar a
una comunidad o país. Entre los fenómenos más destacados, se encuentran las
avalanchas de tierra, las inundaciones, los incendios y las tormentas. Una vez
localizada la comunidad, los escolares tendrán que hallar los problemas típicos
en estos casos. Por ejemplo, la incomunicación que puede sufrir un pueblo tras
el paso de un huracán, como ha ocurrido en Filipinas. Por último, deberán
encontrar una <<solución innovadora a esta problemática y compartirla
después con la comunidad de escolares y profesores presente en el
torneo>>.
A pesar de lo estimulante del
reto, a veces puede resultar complicado abordarlos sin formación previa. Por
eso, durante meses previos a la cita, Innobasque ha organizado charlas y
visitas a los laboratorios de centros tecnológicos y empresas para acercar los
avances técnicos a los escolares. Entre las instalaciones visitadas, están
Tecnallia, IK4, la agencia URA, Euskaltel y Azki. <<Queremos que los
escolares aprendan los máximo posible conectando sus conocimientos con casos
reales de empresas que se enfrentan directamente y a diario a este tipo de
desastres naturales>>, sostiene León.
Los vencedores del torneo vasco
optarán como premio a tres plazas para competir en la First Lego League
nacional. De ésta, saldrán a su vez los vencedores que disputen el torneo
europeo y, lo ganan, viajen a Estados Unidos para la gran final. Desde hace un
lustro, la representación vasca ha logrado colocar cada año algún equipo en las
finales internaciones, algo que León destaca con orgullo. <<La
peculiaridad de este torneo es que no tienen premio económico. Lo que ganan es
una Copa Lego y el reconocimiento de sus esfuerzo y su talento al poder
participar en estos eventos de prestigio internacional>>.
El atractivo de esta competición
no solo reside en los premios que pueden lograr los participantes, sino también
en la oportunidad que brinda a los escolares de poder llevar a la realidad sus
propuestas innovadores. De hecho, dos equipos que han competido en ediciones
anteriores han desarrollado un plan de negocio a partir de su proyecto
presentado en la FLL: la ikastola Axular, de San Sebastián, logró patentar una
solución en el ámbito de las biomedicinas y un centro de Andoain ideó una
solución que se comercializará en el ámbito de la seguridad alimentaria tras
varias conversaciones con importantes empresas del sector en Euskadi.
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