Recientemente la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos ha
publicado una solicitud de patente realizada por Apple, que bajo el nombre “Expulsión de líquidos de un orificio“, describe un método para implementar
propiedades hidrófobas mediante el empleo de elementos conductivos dispuestos
dentro de una cavidad.
Apple actualmente utiliza una fina malla en los orificios de los altavoces
o el micrófono de sus dispositivos para evitar que entren líquidos o cualquier
otras sustancia sólida. No obstante, existe la
posibilidad de que acabe entrando algo de líquido si el dispositivo se sumerge
o al aumentar la presión. Adicionalmente, como consecuencia de la condensación
también puede aparecer humedad en el interior del dispositivo en algunas
situaciones.
Esta patente recoge el empleo de sensores que registren la presencia de
líquidos o humedad en las cavidades del dispositivo. Si se determina que
efectivamente el líquido ha entrado, se aplica una
carga a la superficie conductiva. Esta carga puede ser positiva,
negativa o neutral, lo que modifica las propiedades hidrófobas de la superficie
pudiendo atraer o repeler el liquido según interese.
Aplicando estas cargas en distintas zonas de la superficie es posible hacer que el líquido se desplace para finalmente ser
expulsado por el orificio de salida. Adicionalmente, Apple considera que los
drivers de los altavoces pueden también ser empleados para expulsar líquidos
mediante ondas de sonido.
Aunque se desconoce
por completo si Apple tiene la intención de aplicar a medio plazo estas ideas
en algún dispositivo, lo cierto es que algunos rumores sugieren que el próximo
iPhone 7 podría ser resistente al agua e incluso podría sumergirse. Ya el iPhone
6s ha mejorado su resistencia al agua respecto al iPhone 6, mediante el empleo
de un aislante en las juntas, mientras que el Apple Watch es resistente al agua
y puede lavarse debajo del grifo sin ningún problema.
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